Soluciones de Pintura en Polvo para Aluminio
¿Qué es el recubrimiento en polvo?
El recubrimiento en polvo es un proceso en el que se aplica electrostáticamente un material en polvo sobre perfiles de aluminio y luego se cura a altas temperaturas para formar una película protectora. Entre sus principales ventajas destacan la resistencia a la corrosión, el respeto al medio ambiente y un acabado estético atractivo.
¿Por qué elegir Hugh Aluminum para potenciar tus proyectos de recubrimiento en polvo?
Línea de producción avanzada
En Hugh Aluminum contamos con una línea de producción de recubrimiento en polvo de última generación. Nuestras instalaciones están equipadas con maquinaria moderna, incluyendo pistolas electrostáticas importadas de Japón, líneas de pulverización automatizadas y hornos de curado. Esta tecnología nos permite recubrir cada perfil de aluminio de forma eficiente, automatizada y precisa, garantizando calidad constante y aplicación exacta.
Capacidades y flexibilidad
Aplicamos recubrimientos con espesores de 20 a 100 micras y trabajamos perfiles de aluminio de diversas formas y tamaños, incluso aquellos con geometría compleja, para satisfacer cualquier requerimiento industrial.
Nuestro proceso cumple con la normativa medioambiental PBC-2001 del gobierno chino. Utilizamos recubrimientos en polvo sin disolventes ni compuestos orgánicos volátiles (VOC), lo que reduce la contaminación ambiental. Además, el polvo no utilizado es 100% reciclable, asegurando que cada producto sea ecológico.
Opciones estéticas
Ofrecemos toda la gama de colores RAL. El acabado y la textura pueden personalizarse según tus necesidades: mate, brillante o texturizado, lo hacemos posible.
Solución integral
Ofrecemos mucho más que recubrimiento en polvo. Realizamos extrusión de perfiles de aluminio, mecanizado CNC y tratamientos superficiales. Con nuestro servicio integral, reduces costes de compra, aumentas la eficiencia y acortas los plazos de entrega.
Gracias a nuestros equipos y procesos de última generación, producimos grandes volúmenes con entregas puntuales. Nuestros plazos cortos se adaptan al ritmo acelerado de tus proyectos para que siempre llegues a tiempo.
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Dale a tu aluminio un acabado resistente y atractivo. Contáctanos hoy mismo para conocer nuestras soluciones de recubrimiento. Sin complicaciones, sin molestias, solo resultados.
El proceso de recubrimiento en polvo: paso a paso para un máximo impacto
Vamos al grano: el recubrimiento en polvo para aluminio no es simplemente pintar metal, sino una coreografía precisa de química y electricidad, sin margen para la improvisación.
1. Pretratamiento
Piensa en esto como un día de spa para tu aluminio antes de salir al escenario.
Primero, se desengrasa con un limpiador alcalino para eliminar aceites y polvo. Luego, un grabado ácido exfolia la superficie y revela el aluminio puro. Tras cada tratamiento químico, un enjuague elimina residuos para que el aluminio quede impecable.
La pasivación aporta una barrera protectora, como una crema hidratante que mejora la adhesión y la resistencia a la corrosión. Finalmente, un secado minucioso elimina la humedad.
¿La razón? Sin este cuidado, el recubrimiento en polvo no se adhiere bien y aparecen desconchados o defectos que arruinan la calidad.
2. Pulverización electrostática del polvo
Aquí el aluminio recibe su transformación. La mezcla de resinas, pigmentos y aditivos se carga positivamente en la pistola electrostática, mientras que el aluminio es negativo, logrando una atracción perfecta. Ajustando la distancia y el voltaje, logramos un recubrimiento de 60 a 100 micras.
Esto garantiza cobertura uniforme, minimiza desperdicios y maximiza eficiencia y adherencia.
3. Curado
Se hornea a 180°C-220°C durante 10-20 minutos. El polvo se funde y se transforma en una capa protectora fuerte y uniforme, resistente al desgaste y al paso del tiempo.
4. Enfriamiento
Tras el horno, el aluminio se enfría de forma natural o con aire frío si el tiempo apremia. Este paso es clave para que el recubrimiento se fije bien y no sufra grietas ni defectos por el cambio de temperatura.
5. Inspección y retoque
Cada pieza se revisa para asegurar que cumple los estándares visuales y de durabilidad. Si hay zonas irregulares, se retocan y se vuelven a curar.
¿Por qué recubrir aluminio en polvo?
- Resistencia a la corrosión: Protege el aluminio como una armadura, ideal para exteriores.
- Ecológico: Sin disolventes ni VOCs, y el polvo sobrante se recicla.
- Uniformidad: El proceso electrostático cubre hasta los rincones más difíciles, sin goteos ni marcas.
- Personalización: Acabados mate, brillo o texturizados, para cualquier estilo.
- Durabilidad: El recubrimiento resiste el uso y prolonga la vida útil del aluminio.
En resumen, el recubrimiento en polvo para aluminio fusiona ciencia y estética para crear acabados duraderos y atractivos. Es la solución perfecta para startups y empresas que buscan destacar en el mundo físico. Y recuerda: en los negocios, la primera impresión cuenta, ¡y mucho!sure do count.